miércoles, 19 de diciembre de 2007

Simón Pedro camina sobre las aguas


En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.

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Simón Pedro quiso dar un verdadero paso de fe en Cristo,
el quería ir a Su presencia, y quiso ir a sabiendas que podía hundirse en las aguas,
aún así él fue con fe a los brazos del Maestro Jesús, pero al ver que el agua se turbava
más y más y el viento soplaba más fuerte, miró hacia atrás, tuvo miedo y clamó a Jesús.
Mas Cristo extendió su mano para ayudarle pero lo reprendió.

¿Te ha sucedido alguna vez lo mismo?
Que cuendo hay problemas y dolor en nuestra vida, empezamos a dudar...
Empezamos a titubear acerca de si Jesucristo está ahi verdaderamente con nosotros.
Pero Él nos impulsa, nos dá ánimo y nos corrige. Para que nos demos cuenta de que actuamos por fe.... y la fe como bien sabemos es la convicción de lo que se espera, la esperanza de lo que no se ve (Heb 11:1).
Cómo nos cuesta confiar en Él y dejarle todo en sus manos,
nos cuesta creer que todo va a estar mejor si le damos todo lo que nos aqueja.

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Filipenses 4:19

pues en el evangelio, la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: «Mas el justo por la fe vivirá».
Romanos 1:17

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